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¿Algún día nos sentaremos a comer un plato preparado por una impresora 3D? No se puede responder esta pregunta a ciencia cierta pero es evidente que tiene más papeletas para ser afirmativa que negativa. 

Una empresa emergente con sede en Barcelona quiere revolucionar el mercado en creando la primera impresora 3D de comida fresca del mundo.
Los responsables del proyecto aseguran que utilizar ‘Foodini’ será tan fácil  como lo son los microondas.
Los ingredientes se podrán cargar en unas cápsulas reutilizables. Para que no sean de usar y tirar están compuestas de acero inoxidable, material que no retiene los sabores y que es sencillo de limpiar.
Emilio Sepúlveda de Natural Machines comenta: ’’Ahora estamos trabajando en la primera impresión 3Dadaptada a la comida. Básicamente, lo que hace el dispositivo es coger los ingredientes y generar el plato. Para ir más allá, es decir, pedirle al ordenador lo que queremos sin poner mucha cosa dentro, nos faltan todavía unos años. Pero también creo que nos podríamos aproximar a esa técnica con ingredientes más básicos como harina o agua. Ese momento llegará’’.
El tamaño y la forma en las será impresa la comida, podrá ser diferente. En función de los ingredientes, la receta o la complejidad del plato, el tiempo de impresión variará.
Aunque son muchas las facilidades que ofrecería esta nueva herramienta, algunos profesionales de la cocina no lo ven muy claro. Luis Estrada Canal, un chocolatero, asegura: ’’Yo creo que el problema que tiene la tecnología es que todos los alimentos tendrán que ser manipulados para que pasen por esa máquina y cuando manipulas un alimento, por suerte para nosotros, también manipulas su sabor. Por ello creo que nunca se conseguirá el mismo producto que si sale de la tierra, lo preparas y lo cocinas’’.